La situación de Cali con la reciente destitución definitiva del alcalde Polo se parece dolorosamente a la del chiste viejo aquel de “te tengo dos noticias: una buena y una mala…”.
La buena, sin duda, es que al fin, después de varios fallidos intentos de sacar al deplorable alcalde que teníamos, se dio la cosa por la inesperada vía de una sanción disciplinaria que nadie esperaba siendo que recientemente la Fiscalía lo había absuelto de toda culpa penal.
Tarde, claro, se vino a dar esta salida a sombrerazos del que, con creces, resultó siendo el peor mandatario de la historia caleña. Y no lo decimos solo nosotros, sino también la constante opinión de la gente en las calles y las dicientes encuestas que periódicamente mostraban el deterioro justificado de la imagen de Apolinar Salcedo. Tarde, insistimos, porque ya el daño está hecho.
Este “negro, ciego y pobre”, como gustaba Polo de autocalificarse en ejercicio de su populismo ramplón, no solo demostró una gran ineptitud administrativa, rayana en la indolencia pura, sino que además les entregó impúdicamente el manejo de la cosa pública a los peores ejemplares de la fauna política local. Y ellos, por cierto, no desaprovecharon la ocasión de saquear lo que pudieron de forma tan descarada que algunos ahora permanecen encerrados por cuenta de sus excesos y corruptelas. Ni siquiera robar lo pudieron hacer bien.
Sin embargo, no hay dicha completa. De ahí la mala noticia, porque ahora se rumora que en reemplazo de Polo sería nombrado el señor Miguel Yusti, su secretario de Gobierno, quizás el más nefasto representante de la mediocridad y la corrupción que se podía encontrar en el malhadado gobierno saliente. Ojala, por el bien de esta ciudad, todo sea mero rumor.
Pero si no y sale verdad, será entonces una renovada pesadilla de seis meses. Y aunque parezca exagerado, seguramente la ciudad no aguantará tanto desbarate adicional.
Bueno, aunque, pensándolo bien, probablemente sí, en cuyo caso hay una noticia buena y una mala.
Cual quieren oír primero?
De Guatemala a Guatepior. Que dolor. Ojalá si la gente se organizara y se movilizara para evitar eso pasara algo.
ResponderBorrarBueno, por lo menos ayer ya nombraron como reemplazo del inútil ese a Ramiro Tafúr. La verdad no lo conozco ni he sabido de él anteriormente; pero creo que ya bastante es que no escojan a Yusti pues el panorama estaba muy sombrío.
ResponderBorrarSaludos!!!
Me duele por Cali, una de las ciudades más queridas... allí vivió mi padre su niñez.
ResponderBorrarDolor de corrupción, dolor por Calii y su gente linda.
Bueno, la noticia buena, para mí, es volver a tu blog y saber de tí.
Un abrazo afectuoso desde una Medellín calmada hoy en dia festivo.
Pues no sé, en Cali todo puede ser peor y no veo que suceda una sola cosa buena, o sea que escuchar cualquiera de las dos da igual...ya nada me sorprende....
ResponderBorrarVopa te agrego a mi lista de recomendados para unir a la G.I en esta nueva etapa... saludos.
ResponderBorrarJuan José Posada Uribe