8.9.07

UN ASESINO ESCURRIDIZO

El mal, ese eterno y oscuro rasgo de la humanidad, será siempre tema novedoso y atractivo para una película, buena o mala, pero siempre atrayente.

Y el mal, que podríamos definir como ese daño excesivo, injustificado e irracional que un ser humano le causa a otro, será la cúspide argumental de una buena película policiaca, en la cual por línea general el bien se contrapone, a través de la justicia, al perpetrador de la maldad. Suena excesivamente sencillo, pero eso es el elemento básico e indispensable de un buen thriller.

Puede ser que este viejo tema este tan manido que a veces parece agotado. Sin embargo, a veces llegan cintas como
Zodiaco que nos logran sorprender gratamente con un enfoque distinto, que en este caso utiliza la confrontación mental entre el perseguidor y el asesino como aspecto cohesionador de una intrigante investigación policiaca que, lejos del argumento apretujado en el tiempo de muchas películas de este género, se extiende en un línea de tiempo de décadas entre dos hitos relevantes: el primer asesinato y la confrontación cara a cara entre el improvisado detective y el sicópata.

La historia real es la siguiente: En octubre de 1.966 un extraño e inasible asesino ataca a una joven universitaria en San Francisco y durante varios meses repite los ataques con escalofriante sangre fría (la escena del acuchillamiento de un pareja a la orilla de un plácido lago impacta de verdad), dejando varios cadáveres y algunos aterrados sobrevivientes.

Lo extraordinario, más allá de los mismos asesinatos, es el reto que el asesino le plantea a sus perseguidores (excelente papel de Mark Ruffalo como el azorado detective que inicia la investigación) mediante acertijos y cartas esporádicas con las que crea a su alrededor un aura enigmática e impenetrable que desconcierta a los investigadores y que, por ende, hace fracasar una y otra vez la investigación policial.

Solo un periodista alcoholizado (Robert Downey Jr.), un policía tenaz (Mark Ruffalo) y un joven caricaturista (Jake Gyllenhaal) obsesionado con el tema del asesino del Zodiaco logran combinar esfuerzos en una investigación que parece perderse en los vericuetos del tiempo y en el seguimiento de pistas improbables y laberínticas.

Es una subyugante confrontación entre la mente del mal y la del cazador, la primera, escondida en las tinieblas de una personalidad fría y tristemente brillante, la segunda, pugnaz y obsesiva que persiste en desenmarañar el misterio de un asesino sin modus operandi y con altibajos impensados en su larga estela de crímenes.

Esta es, sin duda, una buena película, que probablemente decepcionará al espectador que acuda a ver ríos de sangre, persecuciones frenéticas y asesinos desbordantes de maldad. Es una película sobria, que se deleita en el suspenso intimista de sus protagonistas y se centra en contar con buen ritmo la historia sorprendente de este singular asesino.

Lo que si encontrará de seguro es una tensión magistralmente dispersa en los tiempos de la historia narrada y un final que, sin sorprender a la manera de un sobresalto, parece plantear que, efectivamente, "el hombre es el animal más peligroso que existe".

LA CASA VACIA

La casa yace, yace sin remedio, fantasma de sí misma, yace, yace, la casa pasa por sus vidrios rotos, penetra al comedor que está hec...