6.4.06

CALI: SIN SON NI TON

En relación con este post de fecha anterior, en el que nos quejábamos de la corronchería que acecha a Cali por sus cuatro esquinas, auspiciada ahora por la detestable iniciativa de la alcaldía de Polo de promover un bodrio “cultural” llamado “Primer Festival Vallenato en Cali”, nos llegan por vías distintas dos escritos que reproducimos aquí por reflejar, gracias a Dios, la protesta quejumbrosa de otras latitudes sobre el entierro de tercera que se le está dando a la salsa y por el ostracismo de la ciudad y la región en materia de iconos y expresiones culturales propias.

El primero de ellos, es un articulo del poeta nadaista (esto todavía existe?) Jotamario Arbelaez, quien escribió en
El País lo siguiente el pasado 4 de abril, bajo el acertado titulo de “Cali corroncha”:

“Treinta y cinco años tirando paso en Bogotá, desde que salí de Cali huyéndole a los VI Juegos Panamericanos. Más que salsero, fui guarachero, son que aprendí a bailar viendo las películas de Clavillazo y asistiendo a los bailaderos de finales de los 50, sobre todo el Danubio Azul y los lunes del Aguacate.

“(…) En Cali confluyó todo el caudal de la música afrocaribe, convirtiéndola en la Capital Mundial de la Salsa; y ello se vivió en las ferias y en especial en Juanchito y el Honka Monka. Humberto Valverde la elevó a la categoría de ciencia social, dedicándole ediciones del periódico La Palabra, de la Universidad del Valle. En cualquier lugar de Colombia las mujeres se peleaban por bailar con un salsero caleño, que hacía rendir el mundo a sus pies. Se ganaron trofeos en San Juan de Puerto Rico y en Nueva York.

“En plena euforia del poder joven y del 68 francés, leí en El Tiempo una columna del poeta Gonzalo Arango titulada “Generación sin son”, donde despotricaba contra las nuevas generaciones existenciales porque se hallaban obnubiladas por el ritmo foráneo de las guitarras eléctricas –que ya habíamos asumido como parte de nuestra estética-, cuando existía el vallenato que la ‘cacica’ Consuelo de Molina acababa de darle a conocer en el Valle de Upar. Los nadaístas consideramos retrógrada esa actitud del profeta de “enaltecer lo autóctono”, como si se tratara de un carriel o de cualquier trasto folclórico. No nos detuvimos en que por la misma fecha aparecía ‘Cien años de soledad’, y con ella la consagración suprema de ese género y de su cultor Rafael Escalona por los terrenos de Francisco el Hombre.

“Fueron surgiendo en Bogotá vallenatólogos de la categoría intelectual de Alfonso López Michelsen, Daniel Samper Pizano y Enrique Santos Calderón, quienes se explayaron en libros y columnas de prensa, como si se tratara del sueño de Bolívar o de la combinación de todas las formas de lucha. Y eran huéspedes ilustres con sus múltiples iniciados melomaniáticos, en las anuales parrandas con elección del nuevo rey vallenato en Valledupar.

“Amantes de los Stones, los nadaístas seguíamos negados a aceptar ese ritmo y su mítica carga satírica. Eduardo Escobar fundó ‘El Café de los Poetas’, y allí nos plantamos con música clásica, jazz y pop. Pero enseguida nos montaron, primero, ‘La Casa Colombia’, y después ‘La Teja Corrida’, donde se apoltronaron ‘Los gaiteros de San Jacinto’ y nos vaciaron toda la tanda vallenata inherente al momento histórico.

“Busqué refugio en el matrimonio rural, lejos de la música, pero apenas mi hija colocó su primer cd fue con los vallenatos aún más insufribles de Carlos Vives. No me quedaba más remedio que pensar en el regreso a Cali, único baluarte inconquistable por ese ritmo. Y ya con el pie en el estribo me entero por El Pais, que costeños con caja, guacharaca y acordeón se han tomado la Avenida Sexta y clubes sociales, haciendo vibrar a los antiguos salsirockeros. Y que el vallenato bombardea buses, hogares y hasta colegios, desde emisoras especializadas. Lo que nos faltaba. Se nos metieron al rancho. Cali corroncha.

“Ante tamaña desgracia, pienso que lo único que queda es esperar cada año la celebración de los Grammy, para escuchar música que no hiera los tímpanos educados. Pero por El Tiempo me entero que, gracias al espaldarazo de nuestro influyente premio Nobel, a partir de este año el vallenato tendrá estatuilla en el Grammy Latino.

“¡Ay hoooombe! Hasta aquí nos llegaron la salsa y el rock. ¡Pop!”

Por otro lado, mi hermano, caleño en trance de bogotanizarse, escribió un comentario a uno de mis post sobre la orfandad de la participación de esta región en la inauguración del Festival Internacional de Teatro que, por estos días, se toma a la fría Bogotá. Por reflejar otro punto de vista, y de queja, sobre lo que viene sucediendo (o mejor, padeciendo) en Cali en materia cultural, aquí lo citamos:

“Más bien, aprovecho la novedad para comentar la frustración que sentí el sábado, en la tarde, luego del desfile inaugural del Festival Iberoamericano de Teatro, aquí en Bogotá.

“Como sabrás, el desfile estaba conformado por comparsas y delegaciones representativas de varias regiones del país, incluso de algunos de los muchos países que tienen representación en el Festival. El tema es que entre los representantes del Carnaval de Barranquilla, de Blancos y Negros de Pasto (los más alegres por cierto), del Diablo de Riosucio, así como muestras culturales del eje cafetero y Santaderes –entre otros-, NO HABÍA UNA SOLA delegación del Valle, y MENOS de Cali. Sé que al menos un grupo de teatro de Cali participa del Festival, pero creo que eso es distinto: el sábado se trataba en buena medida de expresiones culturales de arraigo popular.

“¿No tenemos nada qué mostrar? ¿Qué tipo de identidad nos hemos forjado y en torno a qué? ¿Cómo estamos –entonces-, entendiendo, fortaleciendo y promocionando la salsa, o la música afrocaribeña, para no rotular un fenómeno musical muy amplio? Y más allá: ¿Qué papel y responsabilidad tenemos los Vallunos y nuestro gobierno en esta situación?

“De lejos queda claro que nuestra feria no es, para nada, una manifestación cultural popular digna de ser tenida en cuenta. O al menos así lo acordamos conjuntamente con mi esposa, cuando le pregunté: y nosotros qué? En dónde queda el Valle y su representación, por qué no trajimos nada? “Y qué traeríamos -me respondió-, borrachos a caballo disparando al aire, los mismos carros antiguos que salen cada año, o al Gran Combo de Puerto Rico?”

Ahí queda el tema.

12 comentarios:

  1. Bueno parece ser que tocara irse a vivir con Jotamario, el problema es donde????

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  2. A Contra el Racismo:
    El hecho de sacar mas y mas disccos no significa, de ninguna forma, renovación de ningun genero. La renovacion implica calidad y novedad bajolos parametros del genero musical y lo que yo oigo en cuanto a vallenatos por acá no aguanta ni 1o segundos de escucha. Ese tipo de vallenato me parece detestable y eso es lo que se impulsa ahora como representativo de ese genero. En cuanto a la salsa, es claro que producciones nuevas hay, incluso algunas de los musicos y cantantes viejos, pero la calidad sigue siendo floja, con cotadas excepciones. Sin embargo, nadie que sea relamente salsero puede llegar a aburrirse de la salsa vieja y pasarse, por ejemplo, al vallenato. Por el contrario, entre mas escucha los discos viejos, que son muchisimos, mas le gusta el genero. Y, claro, de acuerdo: a la fuerza nada se peude, ni siquiera el vllaneto bodrio que ahora nos quieren imponer. Capta el punto?

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  3. A Luly:
    Gracias por la visita y el comentario.

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  4. No confundas la mierd..con la pomada. Si te parece que Mick Jagger cantandole a la heroína con su "Browm suhar",es mejor que Carlos Vives y la gota fría, entonces tu sí que no tienes arraigo en ninguna expresión de cultura colombiana . Si otros llevan al Diablo dientisucio, pues nosotros llevamos a Jovita.

    Por cierto, ¿Que musica o aspecto cultural mostraron los Bogotanos????¿Que feria o carnaval o aspecto artistico y cultural mostraron los rolos? y además, los pastusos cada año desfilan untados de betún y harina. Pues asimimo desfilan cada año los autos antiguos en mi Cali bella.

    Y tú poeta, ¿Que propones para solucionar los problemas de mi Cali bella?

    Porque criticar en tono de satira lo hace cualquier idiota.

    Atentamente,

    caliopina.com

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  5. A anonymous,

    Con todo respeto para ti, en un debate –que es lo que se plantea con este tema–, de lo único que estoy seguro es de la necesidad inaplazable de exigir respeto y léxico de respeto. El tono agresivo y cualquier otra forma de intolerancia es lo único que sobra entre nosotros, en nuestro país.

    No me lo preguntas a mí directamente, pero creo que existen varias opciones para encontrar la vocación y el rumbo que deberían tener nuestras expresiones culturales. Haciéndolas, de paso, rentables y atractivas para el resto del mundo.

    El modelo de las escuelas de Samba de Río y Sao Paulo, incluso de Porto Alegre, son una interesante muestra de identidad creada conjuntamente (por extraño que esto suene), de apoyo y compromiso estatal y por supuesto de visión empresarial. En torno a éstas giran mujeres, hombres, adultos mayores, jóvenes, niños, y obviamente: la muestra cultural más reconocida de toda Latinoamérica.

    Sé que se hacen esfuerzos importantes desde las escuelas de salsa de “mi Cali bella”, pero obviamente estos no son suficientes. Se necesita todo lo que digo anteriormente y seguro más. Los GRES, que es como jurídicamente se conforman en Brasil estas escuelas, trabajan todo el año involucrando diseñadores, artesanos, modistas, pintores, mecánicos y hasta empresas de transporte y sonido. En otras palabras, crean verdaderas cadenas productivas.

    No me desgasto tratando de exponer las justificaciones culturales, no porque no me interesen, sino porque doy por sentado que en nuestra Cali existen y de sobra. En mi vida, con un par de excepciones conocidas en Caracas, nunca he visto sentir un ritmo y bailarlo como en nuestra ciudad.

    Para finalizar: no significa que en Río sólo se escuche, baile y se mueva todo a ritmo de Samba. De hecho hace poco en Copacabana se presentaron los Stones con un público de más de un millón de personas. Es más, la música disco hecha en Brasil es de las mejores. Luego, la Samba sigue siendo su identidad.

    La cultura es algo tremendamente dinámico, ese es precisamente su encanto. Aparecen y desaparecen tendencias pero siempre hay identidades básicas, inmodificables. De eso se trata: de encontrarlas y sentirnos orgullosos de sentirlas y vivirlas.

    Resta mucho por decir, plantear y debatir pero en principio esta es mi propuesta.

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  6. Entramos nuevamente en la época de inicios de los 70's donde la salsa era musica del barrio, musica de unos pocos mientras que el vallenato (ritmo que no es del todo malo) y el Reguetonn( ritmo que destruyó a toda una generación)son los que generan dinero...por eso es tan fácil escuchar vallenato a cada momento y no a la orquesta la 33 de Bogotá que tiene un ritmo como el de antaño... tristemente por la falta de innovar, nuestra querida salsa, perdió el rumbo (y desde hace unos buenos años..) y como ya no genera dinero..pues no hay payola para ella... Cali y la salsa eran lo que me llamaban.... Ahora prefiero Bogotá y el panteón de la salsa en la primero de mayo.

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  7. Creo que sentí la misma frustacion en el desfile de inauguración del Festival Iberoamericano de Teatro.

    Porque es que ni siquiera la salsa es de Cali...

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  8. A Nitoxx:
    No autoctoan de aca pero la adopatamos con pasion como nuestra y, por tanto, adquirió la caracteristica de simbolo o expresion cultural. Por lo menos, lo es mas que el rancherato que nos quieren imponer a la brava. Saludos.

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  9. Hola Vopa, disculpá no haber sacado tiempo para devolverte el saludo.
    La salsa es una mezcla "pura" de sabores y sones. Esa es su esencia. Por eso aunque el golpe de cada grupo o voz sea diferente, sentimos a Guayacan, Niche, Gran Combo, Lebron, Ponceña, La Selecta, Lavoe, Colon, Blades, pertenecer a un mismo todo.
    Es una pena inmensa que la salsa, con la que nos criamos, con la que crecimos, la que bailamos siendo niños y nos sirvió para enamorar siendo más grandes, haya quedado en nada. Porque ese es el calificativo apropiado para la salsa de ahora: no sabe a nada.
    Musicalmente no hay aporte, las orquestas no ofrecen diversidad en sonido, solo mezclas "obligadas" con otros géneros para acatar las exigencias de disqueras, emisoras y el mismo público. Canción que en sus notas no contenga algo de reguetón NO VENDE, NO SUENA.
    Si eso es musicalmente, a nivel de letras, de mensaje, de contenido,la situación es más complicada. La salsa social murió hace tiempo, no hay quien denuncie cantando, no hay quien proteste ni alce la voz con una melodía fulminante. No hay sombras de un Pedro Navaja, Juanito Alimaña, Calle Luna Calle Sol, solo por citar algunas....
    La tristemente salsa de alcoba perdió su pelea hormonal hace dos o tres años con el reguetón. Quizás de esta generación Santarosa sea el único que aún conserve su vigencia, pero quienes sentimos esta pasión llamada salsa sabemos que el presente no es dulce y el futuro no es prometedor.
    Qué hacer para remediarlo? Más inversión en cultura, mejorar la calidad en las escuelas de música. Los músicos, tantos los de academia como los empíricos deben mejorar su aporte, salir de la mediocridad o el conformismo que reflejan su material, volver a nutrirse de las calles, porque ese es el alimento principal de la salsa: la calle, el barrio.

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  10. el problema es que cali parece que hubiera nacido ayer , pues quieren tener una identidad que para nada es semejante a ellos , el valle puede tener cañaduzales, negros, pero eso no la hace semejante a nada caribeño. cuando hablen que cali es meca de la salsa son hablen de musica afroantillana, pues cali no es meca de reggae, ni de plenas ni bombas , ni merengue, ni calipso, ni tumbas, ni compas,etc. cali es solo la capital del valle del cauca, en la region andina colombiana, cuya musica autoctona es el bambuco, que tiene de malo les guste el vallenato, si este es colombiano , muy bien que bailaron porro, cumbia, merecumbe de las orquestas costeñas de la epoca de los 50 y 60, ademas cali gusta de la salsa como culaquier ciudad del mundo , vengan a cartagena o a barrnaquilla , tambien hat salseros de tradicion que añoran la salsa de los 60 y 70 y los salseros de aqui si que tienen mas tradicion que los del valle del cauca , aqui se oia la radio cubana desde los años 20 , quizas mas atras, y llegaron figuras como benny more la unica ciudad donde estuvo fue en cartagena, la orquesta casino de la playa y la sonora con celia a bordo, la salsa es patrimonio de los hispanos del caribe , lo demas es pura carreta, y si es por capital de la salsa , eso es entre san juan y ponce pues alla es donde mas se ha hecho salsa y en calis solo baile y comprar discos, lo demas es soberbia engañadora.

    ariel barrera
    cartagena

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  11. Saludos los invito a escuchar Cristian Gonzalez y Orquesta La Bohemia www.cristiangonzalezlabohemia.com con un tema firmado con Sony "Como quisiera decirte" y ahora en el 2009 "La chica de la bella mirada"
    orquestalabohemia@hotmail.com

    Gracias!
    Orquesta Caleña formada en el año 1979

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