6.8.05

LA CAPITAL DEL BISTURI

Desde hace algún tiempo viene afirmándose que Cali se ha convertido en algo así como la Capital Mundial de la Cirugía Estética. Y lo dicen, a voz en cuello, los medios de comunicación, las autoridades civiles, eclesiásticas y militares, los taxistas, los ciudadanos de a pie, en fin, todo el mundo. Y, claro, ni más faltaba, también los cirujanos plásticos.

Tengo en mis manos una revista de belleza, de esas que regalan en las peluquerías y salones de belleza (que, ojo, no son lo mismo, pero después les explico) y contabilizo, atónito, que entre clínicas, centros, consultorios y médicos cirujanos dedicados a la lipoescultura y otras hierbas, hay mas de trescientos en la ciudad. Y eso solo los que aparecen en esa revistica.

Luego, sí, en efecto, es cierto, nos creímos el cuento y de verdad nos hemos convertido en los primeros industriales y productores de traseros y tetas de silicona del mundo. Pero, ¿Cómo se produjo esta transformación estética-corpo-facial de Cali? ¿A qué horas se acabó la producción de belleza por las vías naturales y sabrosas de todos conocidas y las reemplazó la aséptica y deplorable de los quirófanos y la silicona? Averígüelo Vargas.

Sospecho, sin embargo, que es el resultado a largo plazo de la cultura y los gustos mafiosos que han atribulado a la ciudad desde hace varios lustros y que impusieron a la brava la imagen de una mujer vulgarmente voluptuosa, de pechos desproporcionados y traseros prominentes, ambos antinaturales pero impactantes a la vista, tal como les gusta a los señores que sabemos. Y, claro, ahora es común encontrarse a toda hora y en cualquier parte de la ciudad a cierto tipo de mujer que parece fabricado con molde. Se peinan igualito, con el mismo tinte de pelo, con tetas voluminosas e incontenibles, con nalgatorio insólitamente redondeado como con compás, pero todo, de la cabeza a los pies, desaforado, irreal y tristemente artificial.

Supongo que las primeras en someterse a los procedimientos quirúrgicos de marras fueron las esposas y las amantes de los traquetos de antaño, que serian las únicas que tenían la plata y el tiempo ocioso para someterse al costoso bisturí. Después, moldeadas como ridículas pero ostentosas barbies criollas, salían (y aun salen) a las discotecas, restaurantes y centros comerciales de moda para mostrarse, y ser mostradas por sus orgullosos y peligrosos maridos, con todos los aditamentos carnales recién adquiridos.

Así empiezan las modas y esta no fue la excepción. Muchas, entonces, quisieron para sí los llamativos “juguetes” sin importar el costo. Y supongo también, que ante tan carnudo y bien remunerado boom, muchos profesionales archivaron sus especialidades tradicionales, condenadas al hambre por cuenta de las EPS, IPS y similares, y corrieron a especializarse a cuanto lugar o país en el que universidades, tecnológicos y escuelas ofreciera cursos, cursillos especializaciones, seminarios de fin de semana o clases por correspondencia que los acreditara como cirujanos plásticos. Y llegaron por cientos, con sus larguísimos currículos, vaya a uno a saber si tambien artificiales, a instalarse por toda la ciudad en clínicas, consultorios y hasta garajes, a ofrecer la ilusión de un rostro y un cuerpo perfectos por un manojo de billetes.

Pero fugitivos o muertos la mayor parte de los patrocinadores de la belleza de quirófano y, consecuentemente, desplatadas las nuevas aspirantes a la lipolobería, los costos quirúrgicos fueron cediendo ante la mayor oferta, por lo que se generó el apetecible mercado de las colombianas residenciadas en el exterior y algunas extranjeras que vieron la posibilidad de acceder, a precios muy asequibles, al levantamiento de cola, estirado de cara, inflamiento de pechugas y demás. Por eso, ahora vienen por oleadas a este nuevo paraíso de la cirugía plástica, a gastarse sus dólares en los innumerables tratamientos que existen y a irse de regreso transformadas en apetecibles muñecas de plástico, seguras de ver materializados así sus miopes sueños.

El asunto ha llegado a tal extremo que un seriesísimo Secretario de Salud Municipal anunció hace algunos meses, sin que se le saliera ni una leve sonrisa, la implementación de un programa oficial de cirugía plástica para los estratos 1, 2 y 3. Después, fue posible ver vendedoras de chontaduro, carretilleros, verduleras, muchachas del servicio y otras similares haciendo cola para obtener una lipoescultura por cuenta del erario publico. No sé que pasó con tan encomiable iniciativa, pero no se volvió a saber nada del asunto, justo cuando tenia convencida a mi mujer para que sacara carné del Sisben e hiciera la cola respectiva. Valía la pena.

Y no son solo las mujeres. También los hombres han entrado en el afán de la cirugía estética y ahora es común ver a algunos de estos ejemplares correteando cirujanos para que les desarruguen el rostro, les achaten la barriga, les hagan un trasero atractivo y veinte mil cosas más. En la revista que leo aparecen los puntos del cuerpo masculino dignos del bisturí y aparece el miembro viril como eje central de tal labor. Aparte de que solo imaginarme un bisturí por esos lados me destempla los dientes, francamente me parece exagerado que un tipo quiera hacérselo respingar, mejorarle la sonrisa o redondearle las orejas.

No creo que de verdad Cali, como ciudad, se beneficie económicamente de esta dudosa bonanza, pues es evidente que la plata que genera, que debe ser mucha, se queda en manos exclusivamente de los cirujanos plásticos, que se la gastan en Miami o en Europa, o abriendo cuentas en el exterior para que no se les desvaloricen los dólares o no los secuestren. La mano de obra que se ocupa es limitadísima y muy calificada, así que en nada incide en el alto desempleo de la ciudad. Las materias primas son casi todas importadas, a menos que alguien se invente unas prótesis de yuca o de bagazo de caña. El sector turístico ni se entera de los visitantes que arriban por estos estéticos motivos, pues ningún operado va a restaurantes, sitios de diversión o similares durante el post operatorio y, apenas están en disposición de viajar, salen disparados para sus ciudades y países de origen.

Al final, lo único que nos queda es la gran preocupación por el futuro que les espera a nuestros sufridos ojos cuando dentro de diez o quince años, por cuenta del incontenible paso del tiempo y de la irresistible fuerza gravitacional, tengamos que ver cuando todas esas tetas y traseros siliconados empiecen inevitablemente a decaer, a doblarse, a colgar inmisericordemente de los lánguidos pellejos que ahora los contienen y a arrastrarse por las calles de la ciudad como vergonzantes cuentas de cobro a la vanidad y a la frivolidad humanas.
PD Fotográfica: Arriba: Una de las dos no es como la otra, es diferente de todas las demas. Adivina, ¿cual tiene silicona? En el Medio: Garantizo que el unico que no tiene silicona es el gato. Abajo: Estiramiento facial patrocinado por la Alcaldia de Cali para estratos 1, 2 y 3 (Fuente: Cali es Cali)

10 comentarios:

  1. Ahhhh Cali...

    que lejos esta la era del Caliwood y del Teatro de Buenaventura Enrique, de los Angelitos empantanados y... mucho tiempo mas atras, de Maria y Efraim, de mi Correligionario J. Isaacs...

    Y sorprendente saber que ha desbancado a Metrallin en eso.

    Es que no habra Nadie que pueda hacer ver a esta gente que lo importante va por dentro?

    Que demonios se ficieron los valores de antaño? quien podra devolvernoslos Hogaño?....

    en fin.

    Vopa, amigo, tus post cada dia me gustan mas. y me asustan: Cali ya definitivamente no es esa meca del Occidente que mis tios alababan tanto...

    en fin, que se podra Hacer?

    Ojala la ley de la gravedad no sea tan inmisericorde con esta camada de gente de plastico.

    kozure Okami

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  2. A Jazz:
    Gracias por lo que nos toca. Pero, contrario a tu opinion, pienso que el asunto fue importado, que nos impusieron esa moda, como muchas otras, incluida la violencia, y que aunque la fama es la fama, aun late un corazón ditinto y autentico debajo de tanta silicona.

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  3. A Kozure:
    Pues si, la cali de la epoca de Andres Caicedo quedó muy atras. Aunque, adecri verdad, no es que fuera tmpoco la mejor, pues de alli surgió una generación bastante disipada, drogadicta y transculturizada, aunque, debe reconocerse, mas autentica y menos estridente que la que ahora se ve. Gracias por tu visita y tu comentario.

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  4. Me fui de Cali hace más o menos un año y cada vez que voy, muy poco por cierto, me da mucha tristeza. Todo está tan mal que cuando la gente dice esa frse manida de que Cali es Cali y lo demás es loma puede estar afirmando, inconscientemente, que la perspectiva para decir esto es el fondo.
    Casi todos mis amigos caleños me critican por esta idea porque dizque lo que uno tiene que hacer es hablar bien de su ciudad.
    ¿Hablar bien es, entonces, obviar lo que a uno le parece malo? Qué más quisiera yo que lo que se viera sirviera para eso. Pero no, no sirve.
    Vopa:
    Sí hay un corazón en el debajo de la silicona, la violencia, la falta de compromiso de la gente, la eleciones del alcalde que más empanadas regale. Es el corazón que, afirmando que lo demás es loma, expresa el fondo en el que lo tienen.

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  5. Si mi memoria no me falla...el cuento de la cirugía plástica en Colombia se inició en Medellín ...y como dicen por ahi la gente peca de antojada, en Cali los caleños no se quisieron quedar atras con el cuento de las mujeres lindas (que de hecho ya eran lindas a su manera) y quisieron hacerlas perfectas, cosa q ayudada por los señores aquellos de la plata en exceso y sin saber que hacer con ella termino por inundarnos de la cultura light que ahora se impone, que es una costumbre cuasi mundial por aquello de don gringolandia...lo es, que debiera o no de hacerse? lo que ayude a la autoestima de cada cual bienvenido sea,que las estaban haciendo para estratos 1,2 y 3 ..sip..pero gracias a la alta demanda las tienen suspendidas, q yo me harìa unas cuantas tambièn, q los q van a pasar trabajo son uds los señores por no saber q es real y q es ficticio también, pero que mientras la sociedad no retire ese culto y esa obsesiòn que le tiene a la belleza vista desde el punto de la niña delgada de pechos voluptuosos y trasero con asiento incorporado(x aquello d la mucha cola q se ponen) creo que les tocara seguir viviendo con la era de q todo lo q brilla no es ...y no todas la q andan por ahi son reales :)
    Sorry por lo largo :)

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  6. Lucía:
    Buenísimo lo del asiento incorporado... ¿sos la misma que conocí en una fiesta de despedida de un apartamento o algo así?

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  7. A Mal ladron:
    Qienes vien y ha vivido en esta ciudad de alguna forma concoen el contraste de lo que ahora es Cali y lo que era hace algunos años atrás. Y aunque uno quisiera no criticar ni dar la impresion de odiar a Cali, como lo afirmó alguna vez mi amiga Jazz, lo que realmente pasa es que a través de este minimo medio de expresion logra uno pegarse su grito de inoncformida de vez en cuando, sobre todo viendo el silencio extraño y complice de los medios de comunicacion que nada dicen al respecto por aquello de la buena imagen, que es un emeleco mas para no hacer nada.

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  8. A Lucia:
    De verdad que esto de las cirugias plasticas lleva ya su tiempo y es un fenomeno mundial. Sin emabargo, a lo que me refiero es que en Cali acostumbramos a meternos nosotros mismos estos cuentos chinos, a los que les ponemos la etiqueta de "mundial", para ganr en los titulos desforados lo que nos falta como ciudad y como sociedad. Y si, es una tristeza el que los varones nos metan semejante gol de silicona. Por eso, algunos estamos impulsando que se estabelzca el delito de EMBELLECIMIENTO ILICITO, para dar pena de carcel a la mujer que no declare ante notario que las tetas y el c... es de plastico antes de casarse o estblecer relaciones serias con un ingenuo caballero que cree que es natural todo lo que ve.

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  9. A Jazz:
    No, esa palabra es viejisima, sino que la desmpolvé del vocabulario de mi epoca de mamerto. Será por eso que suena como inventada?

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  10. BOFF PERO TAMPOCO!!!! ME IMAGINO QUE PARA ESCRIBIR ESTO DEBES DE SER RE FEOOO JAJAJA

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